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La idiotez del coche eléctrico

Tren de potencia de un auto eléctrico / Modelo S / Tesla Motors
Montaje del tren motriz del un auto eléctrico / Modelo S / Tesla Motors
Motores de un auto eléctrico / Modelo S / Tesla Motors
Motor de un auto eléctrico / Modelo S / Tesla Motors
Motor eléctrico trifásico jaula de ardilla

El auto eléctrico no es algo nuevo, al fin la tecnología de nuestro tiempo ha llegado a crear uno que cubra nuestras necesidades, pero, ¿Éste sigue siendo un sueño?. Para la a mayoría de las personas aún lo es pues los precios de estos autos es muy superior al costo de los autos tradicionales. ¿O acaso es un tema que tiene un fondo mucho más obscuro?

Para entender un poco, echaremos un vistazo a la historia de los autos.

Nicolaus August Otto, el inventor del primer motor de cuatro tiempos que funcionó con un derivado de petróleo, declaró en 1899: “Creo que el motor eléctrico es algo muy grande, que tendrá un gran futuro por delante.” Parece ser que ha llegado la hora del coche eléctrico. A finales de 2016 se calcula que hay más de un millón y medio de coches eléctricos funcionando en las calles en todo el mundo.

En 1893 cuando Charles Jeanteaud creó su propia empresa de producción y distribución de vehículos eléctricos, la gente prefería los autos eléctricos sobre los autos de combustible ya que estos eran muy ruidosos y había que soportar el olor y el humo generado por la quema del combustible.


Charles Jeanteaud y sus autos

Fue tal su desarrollo, que el primer automóvil capaz de superar los 100 km/h fue un coche eléctrico preparado por el belga Camille Jenatzy, quién el 29 de abril de 1899 consiguió alcanzar los 105,9 km/h, récord absoluto durante dos años. En 1900, los vehículos eléctricos también batieron récords de autonomía al alcanzar primeramente los 262 kilómetros y poco después, un Krièger francés, pasó los 307 kilómetros sin tener que recargar. 

En los Estados Unidos la empresa Morris & Salom modernizaba la flota de taxis en Nueva York con un modelo eléctrico libre de humo y de olores, en Austria fue Ferdinand Porsche que revolucionó la evolución del coche eléctrico con su motor dentro del buje de la rueda, directamente montado en el eje (muy similar a lo que actualmente hace Tesla Motors). Este sistema permitía un motor por rueda, por lo tanto Porsche creó el primer modelo de tracción total sin transmisión ni caja de cambios, y algo muy importante, con frenos a las cuatro ruedas, simplemente a través de un cortocircuito.

En los primeros años del nuevo siglo había varios grandes fabricantes solo dedicados a la producción de vehículos eléctricos, y grandes clientes como los correos de diferentes países, por ejemplo, en Francia, el correo probó el primer vehículo eléctrico en 1901 para encargar flotas enteras, algunos años después, Holanda lo probó en 1900. En Milán apareció la primera furgoneta de correo en 1903. El correo alemán empezó en 1899 con una furgoneta eléctrica marca Kliemt, para ampliar constantemente su flota de vehículos eléctricos en los años siguientes. 

América aumentó la producción de sus vehículos eléctricos en los siguientes años. La empresa Detroit Electric produjo entre 1907 y 1942 más de mil unidades al año. La Electric Vehicle Company intentaba monopolizar el negocio de los taxis al querer obligar la compra exclusiva de vehículos eléctricos para tal finalidad, y había en general mucho apoyo por parte de las administraciones y políticos que se entusiasmaron por estos vehículos que no contaminaban y no hacían ruidos. También Henry Ford estaba a punto de desarrollar un coche eléctrico para su producción masiva, cuando en el último momento, y con bastante presión desde fuera, decidió cambiar el modelo T, equipándolo con motor de combustión interna. Solo por apuntar en 1908 se produce el primer modelo T, para este año, el fundador de la Standard Oil tenía 69 años y ya había monopolizado la industria petrolera.

Los fabricantes, sobre todo en América, invirtieron mucho dinero en campañas mediáticas en favor del coche eléctrico, en su mayoría con mujeres al volante, al demostrar su fácil uso cotidiano. Pero el petróleo era barato y fácil de extraer, y la razón de peso fue que el combustible daba una autonomía imbatible, claro, en aquellos años, no les preocupaba la contaminación. Pero las baterías continuaron su desarrollo, cada vez pesaron menos. A parte de la batería de plomo se trabajaba en los nuevos sistemas de níquel-hierro de Thomas Edison. En 1908 el consorcio alemán Siemens publicaba que las dificultades en el suministro de la corriente eléctrica ya se han solventado gracias a potentes acumuladores para los vehículos, que permitieron autonomías de entre 60 a 80 kilómetros, más que suficientes en aquellos años.

Pero ¿qué es un choche eléctrico?, bueno pues es una auto que está formado por los siguientes componentes principales: Chasis, suspensión, motor de inducción AC, controlador del motor, baterías y sistema de frenado.

Y entonces si el coche eléctrico ha existido desde hace tantos años y es mucho mejor que el auto de gasolina, ¿Porqué hay mas autos de gasolina que eléctricos?. Pues esta es una pregunta que durante muchos años ha sido silenciada, ya que detrás de la elección para los fabricantes de utilizar electricidad o combustible, como lo vimos en caso de Henrry Ford, existen presiones externas que los obligan a inclinarse por el uso del combustible sobre la electricidad, ahora el mundo está sumido en contaminación, pero eso sí, los productores de combustible son los más millonarios y poderosos del mundo.

De hecho el oligopolio que se ha formado entre los fabricantes de autos ha estado controlado para siempre inclinarse por crear una máquina que solo ellos puedan crear, pues ¿Quien puede crear un motor de auto?, una máquina que tiene cientos de piezas y que debe de tener una precisión micrométrica. Haciendo esto, protegen su oligopolio impidiendo que otros puedan ofrecer alternativas mejores. Esto contra la facilidad del motor eléctrico que tan solo está formado por tres piezas principales.

El negocio de los coches es sin duda de los más importantes, pero hay que darse cuenta, que sobre este, está el negocio del combustible, por hacer una analogía simple, el negocio de los fabricantes de juguetes, no es vender un carrito de baterías, el negocio real es el consumo de baterías que generará ese carrito, pues es seguro que pagarás muchas beses el precio del carrito en las baterías que necesitas para hacerlo funcionar.

Afortunadamente parece que estamos viendo la luz al final del túnel que está cubierto por el humo de la gasolina, pues con la tecnología actual y el esfuerzo de unos cuantos está permitiendo poco a poco hacer un cambio que bien puede salvar a nuestro mundo de tanta contaminación. Solo esperemos que la avaricia de nuestros gobernantes nos permita avanzar en este tema.

En resumen como podemos ver, claramente, el problema de tener coches que contaminan tanto y requieren de un combustible caro, no es un tema de tecnología, es un tema de fuerzas económicas y corrupción que ha sido ganado por el bando que controla el petróleo, pero ahora parece ser que es imposible detener el progreso y la inevitable caída de los combustibles.

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